Entre estas emociones están el miedo y la angustia que nos genera la posibilidad de no poder continuar con el estilo de vida al que estamos acostumbrados. “Doctor, ¿podré volver a caminar como antes?” es una de las preguntas que escucho con más frecuencia en mi consultorio en Bogotá.
Esta inquietud surge naturalmente después de sufrir una fractura en las extremidades inferiores, como la cadera, el fémur o los pies. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, sí es posible caminar después de una fractura, aunque el proceso requiere paciencia, dedicación y un enfoque médico adecuado.
Durante mis casi 30 años de ejercicio profesional como ortopedista y traumatólogo en Bogotá, he visto de cerca cientos de casos de pacientes que llegaron con fracturas complejas pero que luego no solo logran caminar después de una fractura, sino también retomar actividades deportivas y laborales que creían perdidas para siempre.
Estas “recuperaciones extraordinarias” son, sin duda, una parte central del motor que me impulsa a seguir trabajando para que más pacientes logren retomar su vida luego de sufrir lesiones o fracturas en sus huesos y articulaciones.
En este artículo, te quiero compartir qué tipos de fractura pueden afectar la capacidad de caminar, qué factores influyen en una recuperación exitosa y algunos ejemplos de mi experiencia acompañando “recuperaciones extraordinarias”. También te comparto algunos consejos para manejar el miedo y para lograr una recuperación efectiva luego de una fractura. Recuerda que cada caso es único y que su manejo depende de un análisis profesional individualizado.
Factores que influyen en la recuperación
La recuperación no depende únicamente de la ubicación y gravedad de la fractura, sino de múltiples factores que evalúo cuidadosamente con cada paciente en mi consultorio en Bogotá.
La edad juega un papel fundamental. Los niños y adolescentes tienen una capacidad de regeneración ósea muy alta, mientras que en adultos mayores el proceso es más lento y puede requerir estrategias adicionales. Sin embargo, he visto pacientes de 80 años recuperar completamente su capacidad de caminar después de una fractura.
El estado de salud general es crucial. Condiciones como diabetes, osteoporosis, problemas circulatorios o nutricionales pueden hacer más lenta la consolidación ósea. Por eso siempre realizo una evaluación integral antes de establecer el pronóstico.
La calidad del tratamiento inicial marca la diferencia entre una recuperación exitosa y complicaciones futuras. Una reducción anatómica precisa y una fijación estable son fundamentales. En mi experiencia, invertir tiempo en lograr la mejor reducción posible desde el inicio acelera significativamente todo el proceso.
El cumplimiento del tratamiento por parte del paciente es igualmente importante. Respetar los tiempos de descarga de peso, asistir a fisioterapia y seguir las indicaciones médicas determina en gran medida el resultado final.
Más allá de estos factores, el tipo de fractura y su gravedad obviamente influyen, pero he aprendido a no subestimar la capacidad de recuperación del cuerpo humano. Fracturas que inicialmente parecían devastadoras han evolucionado mejor de lo esperado cuando todos los factores se alinean favorablemente, reforzando la posibilidad de caminar después de una fractura. exitosamente.
Mi experiencia como ortopedista en Colombia
¿Es normal sentir miedo al volver a caminar?
Consejos para lograr una recuperación efectiva
- Seguir rigurosamente las indicaciones médicas. Esto incluye respetar los tiempos de inmovilización, la progresión gradual del apoyo de peso y asistir a todas las citas de seguimiento. Muchas complicaciones surgen por no respetar estos protocolos básicos.
- La fisioterapia es nuestro mejor aliado. Sugiero iniciar la rehabilitación tan pronto como sea seguro, incluso mientras el hueso se está consolidando de nuevo. Los ejercicios específicos mantienen la flexibilidad articular, fortalecen los músculos y mejoran la circulación, acelerando la curación.
- Mantener una nutrición adecuada es crucial para la formación de hueso nuevo. Asegúrate de consumir suficiente calcio, vitamina D, proteínas y otros nutrientes esenciales. En algunos casos, recomiendo suplementos específicos.
- No subestimar el descanso. El sueño reparador es cuando el cuerpo realiza la mayor parte de su trabajo de curación. Procura dormir entre 7 y 8 horas diarias y mantén horarios regulares.
- Evitar factores que retrasan la curación como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y ciertos medicamentos que pueden interferir con la formación ósea.
- Comunicación constante con el equipo médico. Cualquier dolor inusual, cambio en la coloración de la piel, pérdida de sensibilidad o cualquier otra preocupación debe ser reportada inmediatamente.
- Paciencia y perspectiva a largo plazo. La consolidación ósea es un proceso biológico que no se puede acelerar artificialmente. Intentar hacer demasiado muy pronto puede resultar en complicaciones que retrasen aún más la recuperación.