Más allá del dolor: cómo superar el miedo y controlar la osteoporosis
Todos las semanas, recibo en mi consultorio en Bogotá a decenas de pacientes, mujeres y hombres, preocupados por un diagnóstico reciente de osteoporosis.
“¿Doctor, cómo puedo controlar la osteoporosis? ¿Se puede revertir? ¿Hay alguna manera en que me pueda curar de ella?”, son las preguntas que suelo escuchar con más frecuencia, acompañadas de un sentimiento de miedo que se hace evidente en los gestos y el tono de voz de mis pacientes. Una reacción completamente comprensible, pues el diagnóstico de la osteoporosis, al igual que el de cualquier enfermedad, nos llena de dudas y temores sobre si podremos seguir disfrutando la vida de forma plena y autónoma.
Lo primero que le explico a mis pacientes es que la osteoporosis es mucho más que una condición médica que ocurre como parte del proceso natural de envejecimiento de nuestros huesos; es un camino personal que desafía nuestra resistencia, nuestra autoestima y nuestra percepción de nosotros mismos.
Esto es algo que he podido constatar a lo largo de los más de 20 años que llevo ejerciendo como especialista en esta área, y si de algo estoy convencido es de que el verdadero desafío de controlar la osteoporosis no solo está en nuestros huesos, nuestros hábitos y nuestra alimentación, sino que comienza en nuestra mente y nuestra capacidad de gestionar el miedo y las emociones que nos genera vivir con este diagnóstico.
La otra cara de la osteoporosis: el miedo y la exclusión emocional
Como he explicado anteriormente, la osteoporosis es una enfermedad silenciosa, que no produce síntomas claros hasta que experimentamos fracturas que no tienen una relación clara con algún golpe o traumatismo. Es por esto que la osteoporosis suele tomarnos prácticamente por sorpresa, hasta que un médico especialista nos ordena una densitometría para revisar el estado actual de nuestros huesos y nuestros factores de riesgo.
Cuando recibimos el diagnóstico de osteoporosis, algo más que nuestros huesos tiembla: tiembla nuestra seguridad y nuestra confianza de seguir viviendo la vida como la hemos vivido hasta ahora. Nos sentimos frágiles, vulnerables, como si un diagnóstico pudiera definir quiénes somos, y nuestra mente emprende un vuelo agitado en busca de respuestas para saber cómo podemos controlar la osteoporosis y revertir su avance.
Y es que, aunque la osteoporosis por sí misma no suele producir dolor físico, sí genera un profundo desafío emocional que transforma radicalmente nuestra vida cotidiana. Muchos pacientes lo describen como una sensación de “fragilidad permanente”, que los hace sentir como si su propio cuerpo los traicionara. En el centro de este sentimiento desestabilizador hay un elemento que es invisible, pero que tiene un impacto evidente en nuestras vidas: el miedo, que se expresa en limitaciones en los movimientos y desplazamientos, aislamiento social y una constante sensación de vulnerabilidad.
¿Por qué las emociones son importantes para controlar la osteoporosis?
Como nos sucede en muchas otras situaciones de nuestras vidas, en el caso de un diagnóstico de osteoporosis el miedo genera un círculo vicioso devastador. El temor a moverse produce sedentarismo, pérdida muscular adicional y un deterioro progresivo del equilibrio. A nivel psicológico, esta parálisis emocional amplifica los síntomas físicos. La inactividad no solo deteriora la condición ósea, sino que profundiza la sensación de incapacidad y dependencia y limita el impacto de las medidas que adoptemos para controlar la osteoporosis.
Desde el punto de vista científico, la osteoporosis es una condición que disminuye la densidad ósea, que lleva a que nuestros huesos se hagan más frágiles y propensos a fracturas. Pero la ciencia también ha demostrado que nuestro cuerpo tiene un potencial increíble de adaptación y recuperación, que está ligado a nuestra capacidad de resiliencia como seres vivos.
Por eso es tan importante que, a la par que emprendemos planes de manejo para controlar la osteoporosis y mitigar sus efectos, también “cambiemos el chip” del miedo y le demos espacio a otras emociones que puedan ser más benéficas para nuestro proceso, como la confianza, la esperanza y la valentía. Este cambio de paradigma no solo nos ayudará a hacer más liviana la carga emocional de la enfermedad, sino que puede contribuir de forma significativa a aumentar y sostener la efectividad de todas las otras acciones que implementemos dentro de nuestro plan de manejo.
Sí hay salida: controlar la osteoporosis para recuperar tu vida
Controlar la osteoporosis y revertir su avance es posible mediante un enfoque integral. El objetivo no es solo aprender a convivir con la condición, sino también desarrollar estrategias que nos permitan mantener y mejorar nuestra calidad de vida.
Gracias a los avances científicos de las últimas décadas, hoy es posible frenar y desacelerar la progresión de la osteoporosis, fortalecer nuestros huesos y prevenir caídas y futuras complicaciones. Además del tratamiento médico personalizado, una nutrición balanceada y una rutina regular de ejercicios adaptados de fuerza y resistencia son herramientas fundamentales para que la osteoporosis tenga un impacto limitado en nuestra calidad de vida.
Más allá del miedo inicial del diagnóstico y de la sensación de “fragilidad permanente” que describen muchos pacientes, la vida de una persona comprometida con controlar la osteoporosis se caracteriza por una rutina regular de ejercicio que incluye caminatas de bajo impacto, yoga adaptado, natación y entrenamiento de equilibrio; una alimentación que favorece la salud ósea, con alimentos ricos en calcio, vitamina D y proteínas; y por supuesto la adherencia en el consumo de los medicamentos e inyecciones prescritos por el médico especialista.
No estamos solos: la importancia de la comunidad
Hay otro elemento adicional al que no se le suele dar la misma importancia, pero que tiene un papel decisivo en el manejo del miedo y de la carga emocional de la enfermedad: la conexión humana.
Frente a un diagnóstico como el de la osteoporosis, estar en contacto con otras personas que pasan por un momento de vida similar al nuestro y establecer lazos significativos con ellas se convierte en un bálsamo terapéutico. Un ejemplo son los grupos de apoyo, que ofrecen un espacio de escucha y comprensión mutua donde compartir experiencias nos permite transformar el miedo individual en una fuerza colectiva de resiliencia.
Mi misión es ayudar a más personas a controlar la osteoporosis para que puedan disfrutar la vida con plenitud y autonomía, más allá del espacio físico de mi consultorio. Es por esto que mi objetivo para 2025 es crear una comunidad donde nadie se sienta solo en este viaje, donde podamos compartir nuestros miedos y preocupaciones, pero también nuestros logros, estrategias y experiencias positivas en el manejo de esta enfermedad.
Juntos podemos controlar la osteoporosis
Estoy convencido de que vivir con osteoporosis no tiene que ser un camino solitario, y de que la conexión humana y los lazos de comunidad son el ingrediente clave para vencer el miedo, aumentar nuestra resiliencia y reforzar los efectos positivos de la alimentación, los medicamentos, la actividad física y todos nuestros esfuerzos personales para controlar la osteoporosis.
Si quieres mantenerte informado sobre los eventos y actividades que estaré organizando para crear esta comunidad de osteoporosis para todos, te invito a seguirme en Instagram, Facebook y YouTube y a suscribirte a mi boletín de noticias.
Recuerda que el objetivo no es simplemente sobrevivir con la osteoporosis, sino vivir plenamente con ella. Y que con conocimiento, apoyo profesional, determinación personal y el apoyo de la comunidad es posible recuperar la confianza, la independencia y la calidad de vida.